domingo, 23 de marzo de 2014

FESTIVAL HOLI.

Fiesta hindú de celebración de la llegada de la primavera en Sabadell.


















martes, 18 de marzo de 2014

30 KM DE MUERTE Y 12 PARA MORIRME.

El año pasado participe en mi primer maratón en Barcelona. El objetivo entonces era acabarlo y disfrutar dentro del esfuerzo que supone realizar un maratón. Todo fue de fábula, el ambiente, la familia me esperaba en meta, el día con una temperatura ideal, y hasta el tiempo que invertí en acabarlo sin sufrir en exceso.


Este año me he preparado a conciencia, dedicándole muchas horas y haciendo muchos kilómetros.
Quizás me puse un objetivo demasiado exigente, quizás hizo demasiado calor.
Pero la verdad es que este año he comprendido la dureza de acabar un maratón.
 Hasta el kilómetro 30 todo iba de maravilla, estaba dentro del tiempo que me había propuesto, había visto a toda la gente que se acercó para darme ánimos.


Del 30 al 32 bajé un poco el ritmo pero también esto lo había previsto. Pero a partir del 32 empecé a sufrir calambres en las piernas, pensé que sería pasajero y continué, pero a cada paso que daba  los calambres iban en aumento. Desde aquí y hasta la meta ya solo sentía dolor cada vez que volvía a correr y cada kilómetro tenía que parar a estirar y caminar unos metros. Ya no veía ni sentía el ánimo que te da el numeroso público que hay por todo el recorrido. Solo quería acabar y no llegar con demasiada mala cara, para que la familia no me viera en ese estado. Una vez en  meta supongo que de tanto esfuerzo, acabé mareado y casi fuera de juego durante un buen rato.
La verdad es que no entiendo que nos impulsa en ese momento a seguir sin ninguna necesidad, ni obligación. Ahora pasados un par de días sigo sin entenderlo.