VENTI-PICO

 Empecemos por el final. El domingo quedamos para pasar el día unos VENTIcinco, entre telefónicos y descendientes. Primero fuimos a Banyoles a dar un paseo por el lago y tomar una cerveza en una terraza. Para comer  a Can Miá en Palol de Revardit, un restaurante que conocemos desde hace muchos años, de donde sales satisfecho por lo que has comido y con la sensación de que en el resto de restaurantes te engañan en el precio.
Anteriormente el sábado nos fuimos Antonio (otro telefónico) y yo a subir  a otro PICO simbólico de las montañas de Cataluña, El Taga.
El paisaje precioso, todo verde en un día luminoso. La subida, los 500m primeros se nos salía el corazón por la boca, el resto también fue duro pero ya habíamos calentando y poco a poco llegamos a la cima. La vuelta más rápida y sencilla y para comer al Hostal Moliné en Bruguera, un sitio nada pretencioso pero  que se come muy, muy bien.